viernes, 4 de junio de 2010

Microficciones

UN HECHO ESTETICO

Como una palabra tragada por el silencio, puede decirse. Lo cierto es que el tipo cayó desde la cubierta sólida de un barco y luego de teatrales pataleos y manoteos más o menos grandilocuentes, desapareció bajo la superficie del agua. Tal vez, con un poco de suerte, el cuerpo sea devuelto a tierra firme. Pero no resucita; es sólo un cuerpo muerto sobre la arena de la playa. A lo sumo, algunos testigos podrán apreciar la belleza quieta, casi repugnante en su propia fascinación, del ahogado. Alberto Ramponelli (Inédito).


NADIE ESTÁ EN CASA

Una luz se prende en algún lugar de la casa, pero la casa está vacía (el gato, que dormita solitario sobre un sillón, no cuenta). Un sonido se escucha en algún punto de la casa, pero la casa está vacía. Un objeto cambia de disposición dentro de la casa, pero la casa, claro, está vacía. Y un minuto antes de que sus habitantes regresen, la luz se apaga, el silencio se restituya, el objeto vuelve a su sitio. Sólo el gato ha sido testigo de estos mínimos acontecimientos. Pero, como ya dijimos antes, el gato no cuenta. Alberto Ramponelli (Inédito).

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