sábado, 12 de junio de 2010

Reportajes


AQUÍ EL REPORTAJE QUE ME HIZO LUCIA MARROQUIN PARA PERFIL

Diario Perfil, suplemento Cultura
Domingo 10 de enero de 2010

LAS 10 PREGUNTAS

Ramponelli: de lo extraño

Ha publicado libros de relatos y novelas. Coordina talleres literarios, en los que dice aprender más de lo que enseña. En los años noventa dirigió la revista literaria “Otras Puertas”. Su novela “El último fuego” fue finalista del Premio Clarín de Novela (1998) y fue distinguido por el Fondo Nacional de las Artes en cuento -1998 y 2004- y novela -1996 y 2008-. Acaba de salir su última novela “Apuntes para una biografía”. Varios críticos coinciden en que lo extraño, lo inquietante y el suspenso son dimensiones elementales de su escritura. De su obra se ha dicho que es “el producto narrativo de una paciencia de orfebre”. Aquí, sus confesiones sobre el oficio de escribir.
-¿Cuál es el primer libro que recuerda haber leído?
-En realidad, lo primero relacionado a la ficción que leí fueron revistas de historietas, tipo Misterix, que me iniciaron en el territorio maravilloso de los héroes y sus peripecias. En cuanto a libro, el primero que recuerdo es “El llamado de la selva”, de Jack London, en la clásica colección Robin Hood.
-¿Cuál es su autor favorito vivo?
-Dudo entre dos: Paul Auster y Steven Millhauser. Auster, porque tiene una novela formidable, “El palacio de la luna” y un cuento también formidable, “El cuento de navidad de Auggie Wren”. Y Millhauser, porque como él mismo lo dice en una de las pocas entrevistas que concedió, su literatura busca restaurar en el mundo la extrañeza que siempre estuvo allí.
-¿Qué libro se llevaría a una isla desierta?
-Responder a esta pregunta es casi tan difícil como encontrar una isla desierta en este mundo globalizado. Aunque un departamento monoambiente en un edificio remoto de cualquier gran ciudad bien puede resultar una metáfora de la susodicha isla. Va la respuesta: “Absalón, Absalón”, de Faulkner, porque es como si me llevara también una parte importante de Onetti.
-¿Cuál es el último libro que leyó o qué está leyendo en este momento?
-Acabo de leer “Seda”, de Alessandro Baricco, una novela breve estupenda, donde se conjuga pericia narrativa y una prosa de un laconismo poético notable. Y estoy leyendo la trilogía de Stieg Larsson, donde aplico la teoría de Macedonio del lector salteado.
-¿Qué libro reciente no pudo terminar de leer?
-Voy a cometer una herejía, pero así son las cosas. No se trata de un libro reciente, sino de uno cuya lectura tenía pendiente: “Historias de amor”, de Bioy Casares. Este libro no hace otra cosa que confirmar (o confirmarme, en todo caso) lo importante que fue en la carrera literaria de Bioy su amistad con Borges.
-¿Qué libro quisiera releer pronto?
-“La pesquisa”, de Juan José Saer.
-¿Cuándo escribe?
-Cuando escribir no es el resultado de un fatigoso voluntarismo.
-¿Quién debería ser el próximo Nobel?
-Cormac McCarthy, autor de una gran novela, “Meridiano de sangre”. Ahí, McCarthy crea, como bien señaló Carlos Gamerro, uno de los villanos más memorables de la historia de la literatura.
-¿Cuáles son sus rituales o supersticiones a la hora de escribir?
-Café y cigarrillos a mano, la luminosa penumbra exacta en mi cueva de escritor. Y sobre todo: estar absolutamente despojado de cualquier fatigoso voluntarismo.
-¿Cuál es su comienzo favorito de la literatura universal?
-El de “El Aleph” de Borges: “La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajo un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita.”

(y fue con foto y todo)

1 comentario:

  1. Excelente entrevista y recordar así El Aleph, ese principio, es magistral.

    Gracias por pasarme tu blogs. Te seguiré desde aquí.

    Besossssssssssss

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